25 de julio de 2007

---CRÓNICAS DE VIAJES---

SOBRE LAS VÍAS: “MIS AVENTURAS EN LOS TRENES”




Danuss vive en Santa Fe, Argentina. Durante muchos años acompañó a su padre cuyo oficio era ferroviario. Eran tiempos en los cuales el zumbido de las locomotoras anunciaban la llegada de nuevos sueños y progreso en las lejanas distancias pampeanas de nuestro hermoso país. Muchos pueblos nacieron en torno de estas estaciones y congregaban alrededor de sí mismas a quienes vivían del trabajo ferroviario, a quienes iban a los pueblos a vender productos o quienes partían rumbo a tierras lejanas. Estas son sus memorias:



Mi padre nos daba la noticia que nos íbamos de vacaciones a Buenos Aires; (a “las luces”, como le decíamos nosotros), en donde yo tenía varios tíos. El viaje lo hacíamos en tren, lo que era toda una aventura. Viajábamos con unos pases libres que le daban a mi padre por trabajar en el ferrocarril de mi ciudad, San Cristóbal, Prov. De Santa Fe.

El tren venía desde el norte y pasaba por aquí de madrugada; salíamos de mi casa que estaba a tres cuadras de la estación con bolsos y valijas, y con gran esfuerzo teníamos que cruzar la pasarela; luego visábamos los pases en la boletería y esperábamos que llegara el tren. Sonaba la campana cuando estaba por llegar y mirábamos como se acercaba esa luz de pronto, y en un segundo ya estaba en la estación; entonces, subíamos rápido antes de quedarnos debajo y buscábamos algunos asientos para ubicarnos; tocaban la campana nuevamente y esperábamos el sacudón cuando arrancaba; tratábamos de dormir un rato, pero enseguida amanecía y ya podíamos ver por la ventana enormes extensiones de campos y más campos, hasta llegar a alguna ciudad.

Recuerdo también al camarero que ofrecía café con leche en el vagón – comedor y al medio día volvía a pasar con un carrito tipo bolsa que hacía un ruido a botellas de gaseosas; también me surge a la mente los panaderos que entraban por la ventana y volaban por todo el coche y el ruido del tren inconfundible.

Personalmente me atraía mucho ver por la ventanilla cuando había una curva pronunciada porque se podía ver los otros coches y la máquina.

Mis mejores vacaciones fueron a fin de los años ‘80, cuando viajamos a Buenos Aires y de allí a Mar del Plata, donde estuvimos unos días y volvimos a Buenos Aires pero de ahí nos fuimos a Córdoba, donde también estuvimos unos días y regresamos a San Cristóbal, haciendo escala en Rosario para cambiar de ferrocarril del Mitre al Belgrano para poder volver a mi ciudad porque acá solo pasaba el ex-ferrocarril Belgrano. Toda una odisea en las vías por el extenso país.

Para las vacaciones de invierno viajaba con mi mamá a Córdoba. La espera era sacrificada pero linda a la vez. Teníamos que hacer el cambio de tren del F. Belgrano al F. Mitre en Rosario. Había que esperar muchas horas para poder tomar el tren a Córdoba. Pero los coches eran más lindos y cómodos, ya que eran “Coches Pullman” denominados así por su mayor confort.

No podré olvidar jamás estos recuerdos y es muy triste que el tren de pasajeros no circule más por muchas partes, incluyendo mi ciudad. Sentiría una emoción muy grande de poder ver pasar otra vez el tren por mi ciudad de San Cristóbal.
-Daniel D. Villafañe-


  • Danuss decidió compartir con los lectores de “Prefiero la Ventanilla”, sus memorias sobre esos tiempos no tan lejanos. Muchas gracias por llevarnos a estos lindos recuerdos y
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